En las profundidades del histórico río Amazonas, una asombrosa revelación ha emergido durante la peor sequía en más de un siglo. En Ponto das Lajes, en la orilla norte del Amazonas, han aparecido rostros humanos tallados en piedra, testigos silenciosos de una era olvidada. Estas obras maestras rupestres, datadas hace más de 2.000 años, han sido reveladas por el descenso sin precedentes del nivel del agua. Los grabados, ubicados cerca de la confluencia de los ríos Negro y Solimoes, ofrecen una mirada a la vida de los antiguos habitantes indígenas, quienes probablemente afilaban sus flechas y lanzas en esta zona antes de la llegada de los europeos.
El arqueólogo Jaime de Santana Oliveira del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico compartió la magnitud del descubrimiento: "Cerca del río, tenemos más tallas en roca. Hay una amplia diversidad de grabados y algunos de estos grabados tienen representaciones antropomórficas, que son figuras humanas. Otros, en forma rectangular y otros, en forma ovalada".
Mientras el Amazonas revela estos tesoros ocultos, Bolivia enfrenta una tragedia diferente. Los incendios forestales arrasan cientos de hectáreas de tierra, creando un manto de humo que cubre las calles y pone en peligro la salud de miles. Las autoridades han declarado alerta roja sanitaria y suspendido las clases escolares para proteger a los más vulnerables, mostrando el desafío constante que enfrentamos en medio de la crisis climática. Mientras el pasado y el presente se entrelazan en estas historias, el mundo se enfrenta a la urgencia de proteger nuestros tesoros naturales y culturales para las generaciones futuras.
Por Eduardo Torres
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