El bisonte americano, conocido científicamente como Bison bison, es un robusto mamífero de la familia Bovidae, notable por su masa muscular y distintiva joroba en la parte delantera de su cuerpo. Los machos pueden alcanzar hasta 1.86 metros de altura en los hombros y pesar hasta 900 kilogramos, mientras que las hembras son generalmente más pequeñas. Su pelaje varía de marrón oscuro a casi negro en invierno, volviéndose más ligero en verano debido a la muda. Gracias a su espeso pelaje, los bisontes pueden sobrevivir a inviernos extremadamente fríos y encontrar alimento enterrado bajo la nieve.
Este animal icónico de América del Norte solía habitar extensamente las praderas y las llanuras desde Canadá hasta México, alimentándose principalmente de pastos. Sin embargo, debido a la caza indiscriminada en el siglo XIX, su población se redujo drásticamente hasta estar al borde de la extinción. Hoy en día, se encuentra principalmente en reservas y parques nacionales en Estados Unidos y Canadá, con algunos rebaños en México.
El bisonte americano juega un papel crucial en el ecosistema de las praderas. Su pastoreo influye en la estructura de la vegetación, promoviendo la diversidad de especies vegetales y afectando a numerosos animales que dependen de esas plantas. Además, sus hábitos migratorios y patrones de pastoreo ayudan a mantener la salud del suelo y la fertilidad de las praderas.
En términos de conservación, el bisonte americano ha experimentado un notable incremento en su población gracias a esfuerzos de conservación intensivos. Aunque todavía enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat y la endogamia en algunas poblaciones pequeñas, su estado de conservación ha mejorado significativamente desde los días más oscuros de la historia reciente. Aunque estuvo al borde de la extinción a finales del siglo XIX con menos de 100 individuos, la población actual de bisontes americanos se estima en más de 500,000 gracias a estos esfuerzos.
Los bisontes han sido fundamentales en las culturas indígenas de América del Norte, proporcionando alimento, ropa y materiales para herramientas y refugios. La recuperación del bisonte no solo representa una victoria para la conservación de la vida silvestre, sino también un reconocimiento del legado cultural y ecológico de este majestuoso animal.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
Comments