El impacto del cambio climático y el calentamiento global está obligando a las ciudades a adaptarse y ser resilientes ante los fenómenos extremos que trae la alteración de las temperaturas en el mundo.
Para lograr adaptarse y tener una transición completa, las urbes, ya sean grandes o pequeñas, tendrán que convertirse en paraísos climáticos, es decir, que todas las ciudades del mundo necesitarán tener más áreas verdes, con árboles, flores y plantas en cada rincón que sea necesario para que las altas temperaturas puedan ser mitigadas y que al mismo tiempo se recuperen y formen nuevos ecosistemas.
Sin embargo, para que una ciudad se convierta en un paraíso climático debe tener la infraestructura correcta, desde la creación áreas verdes, abastecimientos para el suministro de agua, las leyes de atención protección para la flora y la fauna y la convivencia sana entre el ser humano y su entorno, así como dejar atrás las energías fósiles y el consumismo desmedido para tratar de contaminar lo menos posible.
No todas las urbes del mundo están preparadas para convertirse en pues para lograrlo también se necesita un cambio de mentalidad radical entre su población para entender que el cambio climático existe y que al poner en riesgo a todas las formas de vida es un fenómeno peligroso que debe frenarse cuanto antes.
El Banco Mundial proyecta que para el año 2050 más de 216 millones de personas podrían verse desplazadas por el cambio climático dentro de su propio país o ciudad, por lo que convertir las ciudades en paraísos climáticos es fundamental para que la humanidad pueda continuar con su vida diaria.
Por Ilse Roldán
@ilyrockmx
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