Los OPILIONES, también conocidos como segadores o arañas patonas, son un grupo de arácnidos caracterizados por sus patas largas y delgadas. Dentro de este orden se encuentra la especie Neokayania bicolumnata, perteneciente a la familia Cosmetidae.
Neokayania bicolumnata es un opilión de tamaño mediano con un cuerpo ovalado y de color oscuro, generalmente marrón o negro. Se distingue por sus manchas o patrones blanquecinos en el dorso, los cuales son más notables en los ejemplares adultos. Como es común en los opiliones, tiene un cuerpo segmentado y patas extremadamente largas y delgadas, lo que les da un aspecto frágil. Estas patas, además de ser largas, son sensibles y utilizadas para explorar el entorno, no son venenosos.
Esta especie es omnívora y oportunista. Se alimenta principalmente de pequeños insectos, materia vegetal y hongos. También puede consumir restos orgánicos en descomposición, lo que les permite cumplir una función como descomponedores en el ecosistema. Su dieta variada les permite sobrevivir en diferentes tipos de hábitats.
Neokayania bicolumnata es una especie endémica de América Central. Se ha encontrado principalmente en países como:
México, Guatemala, Belice, Ecuador.
Esta especie habita en zonas boscosas, preferentemente en ambientes húmedos y sombríos. Se puede encontrar tanto en el suelo, debajo de rocas y hojas en descomposición, como en la vegetación baja. Los bosques tropicales y subtropicales proporcionan las condiciones ideales para su supervivencia debido a la humedad constante y la abundancia de alimento.
Esta araña patona juega un papel importante como descomponedor y controlador de plagas. Al alimentarse de restos orgánicos y pequeños insectos, ayuda a descomponer materia muerta y controla las poblaciones de insectos que podrían convertirse en plagas. Además, al ser presa de otros depredadores, como aves y pequeños mamíferos, forma parte de la cadena trófica en su hábitat natural.
Su estado de conservación de no ha sido evaluado formalmente por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, debido a su amplia distribución en América Central y a su capacidad para adaptarse a diferentes microhábitats dentro de los bosques, no se considera una especie en peligro. No obstante, la pérdida de hábitat debido a la deforestación y el cambio climático podrían amenazar su población en el futuro.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIEGUEZ B.
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