México tiene una gran tradición de chamanes, hechiceros, curanderos y nahuales (o naguales). Históricamente todos los pueblos y ciudades a lo largo de la República Mexicana tienen, al menos, un nahual. Pero, ¿a qué nos referimos con esta palabra náhuatl?. Nahualli, significa "lo que es mi vestidura o piel” y esto se refiere a la habilidad de un animal para transformarse en una criatura mitad hombre, mitad animal (tecolote, jaguar, águila, coyote, etc).
Antes del apogeo de las grandes civilizaciones prehispánicas, como la mexica o la maya, los indígenas yakis, tarahumaras y seris que vivían en el norte de México y en el sur de los Estados Unidos, cerca del 900 d.C. ya existían los nahuales.
Pues las civilizaciones que se asentaban en California, Nuevo México y Texas, además de los estados mexicanos de Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa, creían que si un hombre puede llegar a conocer su espíritu primitivo o nahual, entonces lo podía usar para curar a la gente y practicar la magia. De ahí que muchos dibujos primitivos en viejas cuevas muestran a personas como hombres-lobo.
De acuerdo con la cosmovisión mexica los nahuales eran protegidos por Tezcatlipoca, el Señor de la noche, mismo que los ayudaba a desprenderse de su piel y transformarse en alguna criatura. Por lo que existen relatos de la época colonial y que han llegado hasta nuestros días gracias a la tradición oral mexicana de las "leyendas", en los que cazadores mexicas y españoles contaban que durante la noche habían matado a un animal y, al amanecer, el cadáver se había transformado en el de un hombre.
Los españoles decían que el nahual sólo podía transformarse durante la noche y atacaba con hechizos infernales. La Santa Inquisición persiguió a los nahuales durante mucho tiempo, pero la gente creía en su poder y a veces los protegían, especialmente en las comunidades indígenas.
En la región de los Tuxtlas, la creencia en los nahuales está muy arraigada, por lo que aún se asegura que hay personas que pueden transformarse en aves y que tienen el poder de volar. También que otros salen durante de luna llena y se metamorfosean en tecolotes, guajolotes u otros.
La leyenda de los nahuales tiene partes oscuras, perdidas en el pasado, en la mágica cosmología mexicana y difiere muchísimo dependiendo de las fuentes, pues se basan en leyendas locales que se adecuan a la región donde se cuenten.
Numerosas eran las deidades que se vinculaban de alguna u otra forma con los animales, por lo que convertirse en animal sería un don tan grande como el de ser un Dios o elegido por los Dioses.
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