La historia de Fredrika, también conocida como Freddy, es verdaderamente asombrosa. Con 50 años, Freddy ha superado la esperanza de vida promedio de los gorilas en cautiverio, que es de aproximadamente 37 años.
A pesar de su avanzada edad, Freddy sigue desempeñando un papel crucial en la crianza de gorilas huérfanos en el zoológico de Cleveland Metroparks, como lo ha hecho con dos jóvenes gorilas, Kayembe y Jameela, cuyas madres los rechazaron al nacer.
Lo más sorprendente es que Freddy ha logrado amamantarlos, un fenómeno inusual a su edad, y sin tener un vínculo biológico directo con ellos, Freddy ha sido madre de 12 hijos, además de ser abuela y bisabuela. Este extenso historial como madre, ha permitido que su cuerpo, a pesar de los años, mantenga la capacidad de lactancia gracias a un proceso conocido como "lactancia inducida". Este proceso ocurre cuando el estímulo frecuente de un bebé gorila que succiona provoca la producción de prolactina, una hormona que induce la producción de leche. Aunque es un fenómeno raro en gorilas de esta edad, Freddy ha demostrado que su experiencia como madre ha sido clave para lograrlo.
El equipo del zoológico al principio estaba preocupado por la calidad de la leche de Freddy, dada su edad, pero tras realizar pruebas en colaboración con el Instituto Smithsonian de Washington D.C., se determinó que su leche cumplía con los estándares necesarios para proporcionar los nutrientes adecuados. Este es el primer caso documentado de una hembra gorila de esta edad que amamanta de manera exitosa en calidad de madre de crianza.
La capacidad de Freddy para cuidar de los jóvenes gorilas y proporcionarles alimento en forma de leche es un testimonio de la adaptabilidad de los primates. Craig Stanford, profesor de ciencias biológicas en la Universidad del Sur de California, destaca que los gorilas no experimentan la menopausia como los humanos, lo que significa que, aunque su edad sea avanzada, su sistema reproductivo no se detiene de manera drástica. Esto podría explicar por qué Freddy sigue siendo capaz de producir leche.
Además de su rol como cuidadora, Freddy también es una figura importante dentro de su grupo familiar de gorilas. Su experiencia y sabiduría la convierten en una figura respetada, tanto por su grupo como por los cuidadores del zoológico. A lo largo de los años, Freddy ha enseñado valiosas lecciones sobre el comportamiento de los gorilas, lo que ha permitido a los investigadores aprender más sobre esta especie. Por ejemplo, Freddy lleva a sus crías a la espalda desde una edad temprana, lo que les proporciona seguridad mientras ella se mueve libremente.
Kristen Lukas, directora de conservación y ciencia del zoológico, destaca la importancia de Freddy como símbolo del valor de los individuos mayores dentro de las estructuras familiares, un concepto que resuena tanto en las sociedades humanas como en los grupos de animales. La longevidad y el comportamiento de Freddy demuestran que las hembras mayores tienen mucho que aportar, y su historia es un recordatorio de la capacidad de los gorilas.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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