Los mosquitos son los hematófagos más conocidos, se alimentan de sangre para desarrollar sus huevos. Su picadura no solo causa picazón, además tiene tendencia a habitar en los entornos humanos, y también puede transmitir enfermedades devastadoras como el dengue, chikungunya, malaria y el virus del Zika, poniendo en riesgo la salud de millones de personas en todo el mundo.
El mosquito tigre, Aedes albopictus, recibe su nombre por los colores distintivos de su abdomen. En solo algunas décadas, se ha distribuido en muchos países alrededor del mundo, aprovechando los buques transportadores de llantas y viajando con los seres humanos en sus automóviles. Originario de Asia, este mosquito tiene la capacidad de localizar a los humanos desde 60 metros de distancia, siguiendo las columnas de dióxido de carbono que exhalamos con cada respiración. Además, los receptores gustativos en sus patas les permiten identificar las mejores zonas para picar.
Es difícil de ver, ya que vuela a ras del suelo y suele picar especialmente en las piernas. Su picadura puede provocar una serie de síntomas, que incluyen fiebre, escalofríos, conjuntivitis, dolor de espalda y dolor en las articulaciones. En la naturaleza, los depredadores de estos mosquitos incluyen lagartijas, golondrinas y ranas, que ayudan a controlar su población.
Este pequeño insecto está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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