La liebre de mar negra del Atlántico, conocida científicamente como Aplysia fasciata, es un molusco opistobranquio que se encuentra sobre sustratos rocosos y en fondos blandos cubiertos de vegetación. También puede hallarse nadando en la masa de agua, siempre en zonas superficiales y resguardadas de los oleajes, hasta unos 20 metros de profundidad. Este molusco tiene una notable capacidad para tolerar amplias variaciones de temperatura y salinidad, lo que le permite adaptarse a diferentes condiciones ambientales.
Aplysia fasciata pertenece al grupo de los gasterópodos y tiene un cuerpo blando y alargado que puede alcanzar hasta 20 centímetros de longitud. Su color grisáceo o marrón con líneas longitudinales o bandas oscuras le da su nombre común de "rayada" o "moteada". Posee dos pares de tentáculos: uno largo y delgado usado para el olfato y la alimentación, y otro más corto y ancho utilizado para la locomoción y el equilibrio.
Se encuentra en aguas costeras poco profundas, especialmente cerca de arrecifes de coral, praderas marinas y zonas rocosas, prefiriendo áreas con una buena oferta de algas y otras vegetaciones marinas donde se alimenta y se refugia. Herbívora por naturaleza, se alimenta principalmente de algas y otros materiales vegetales que raspa de las superficies submarinas con su rádula, una estructura dentada en su boca. Es generalmente nocturna y se mueve lentamente sobre el sustrato marino en busca de alimentos, siendo capaz de liberar tinta como mecanismo de defensa cuando se siente amenazada.
Aplysia fasciata posee una anatomía compleja y adaptada a su entorno marino, con un sistema de órganos especializado bajo su piel rugosa y sin concha que le permite desenvolverse con éxito en las profundidades. Son criaturas solitarias y nocturnas que durante el día se esconden en grietas rocosas o entre la vegetación marina para camuflarse de sus depredadores, emergiendo por la noche para buscar alimento y aparearse.
Hermafrodita, posee ambos sexos en un mismo individuo. Durante la reproducción, dos individuos se unen y liberan espermatozoides y óvulos en el agua, fusionándose los huevos fertilizados en una masa gelatinosa que flota a la deriva hasta que eclosionan y liberan pequeñas larvas. Las larvas nadan libremente durante varias semanas antes de asentarse en el fondo marino y desarrollar su forma adulta.
Las liebres de mar negras juegan un papel fundamental en el ecosistema marino al controlar las poblaciones de algas, ayudando a mantener el equilibrio ecológico y previniendo el crecimiento excesivo de estas plantas, lo que podría afectar negativamente a otras especies marinas.
A pesar de no estar en peligro de extinción inmediato, las liebres de mar negras enfrentan diversas amenazas como la contaminación marina, la sobrepesca y la destrucción del hábitat. Los derrames de petróleo, los desechos químicos y la escorrentía agrícola pueden contaminar su hábitat, afectando su salud y desarrollo. Algunas poblaciones son capturadas accidentalmente como pesca incidental, y la destrucción de arrecifes rocosos y praderas marinas puede reducir su población y afectar su ciclo de vida.
Diversos esfuerzos se están realizando para proteger a las liebres de mar negras y su hábitat, incluyendo el establecimiento de áreas marinas protegidas, la implementación de regulaciones pesqueras sostenibles y programas de educación y sensibilización pública sobre la importancia de estas criaturas y la conservación marina.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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