La nieve sandía es un fenómeno natural que ocurre cuando las temperaturas de la nieve son lo suficientemente cálidas como para derretir la superficie, pero no lo suficiente como para derretir toda la nieve. Esto crea un efecto de "sandía", con una capa exterior de nieve derretida y una capa interior de nieve congelada.
La nieve sandía es una amenaza para los glaciares porque puede acelerar su fusión. Cuando la superficie de la nieve se derrite, permite que la radiación solar penetre más profundamente en el glaciar, lo que provoca que se derrita aún más.
Nieve sandía
La nieve sandía se está volviendo más común a medida que el clima se calienta. Un estudio de 2018 encontró que la nieve sandía se ha multiplicado por diez en los últimos 50 años en los Alpes suizos.
La nieve sandía es una señal de que los glaciares están en peligro. Si el calentamiento global continúa, la nieve sandía se volverá aún más común, lo que podría llevar a la desaparición de los glaciares.
Los efectos de la nieve sandía en los glaciares
La nieve sandía tiene varios efectos negativos en los glaciares:
Acelera la fusión: Cuando la superficie de la nieve se derrite, permite que la radiación solar penetre más profundamente en el glaciar, lo que provoca que se derrita aún más.
Reduce la reflectividad: La nieve reflecta la luz solar, mientras que el agua absorbe la luz solar. La nieve sandía reduce la reflectividad de la nieve, lo que hace que el glaciar absorba más calor.
Aumenta la escorrentía: La nieve sandía se derrite más rápido que la nieve normal, lo que aumenta la escorrentía de agua de los glaciares. La escorrentía de agua puede causar inundaciones y erosionar los ríos y arroyos.
Cómo reducir los efectos de la nieve sandía
Hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir los efectos de la nieve sandía:
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: Las emisiones de gases de efecto invernadero son la principal causa del calentamiento global, que está provocando que la nieve se derrita.
Adaptarse al cambio climático: Los glaciares seguirán derritiéndose, incluso si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Las comunidades que dependen de los glaciares para el agua, la energía y el turismo deben adaptarse al cambio climático.
La nieve sandía es una amenaza creciente para los glaciares. Es importante tomar medidas para reducir sus efectos y proteger a los glaciares del cambio climático.
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