Una misión de la NASA lanzará tres cohetes para estudiar cómo la caída repentina de la luz solar afecta a nuestra atmósfera superior.
A 80 kilómetros de altura se encuentra lo que conocemos como ionósfera, en este lugar el aire se vuelve eléctrico. La ionósfera recibe este nombre debido a que es a esta altura donde el componente de los rayos ultra violeta (UV) de la luz solar puede desprender electrones de los átomos formando así un mar de iones y electrones de alto vuelo.
La misión tiene el objetivo de estudiar cómo la caída repentina de la luz solar afecta a nuestra atmósfera superior.
"Si piensas en la ionosfera como un estanque con algunas ondas suaves, el eclipse es como una lancha motora que de repente atraviesa el agua... Crea una estela inmediatamente debajo y detrás de ella; luego, el nivel del agua sube momentáneamente a medida que regresa", comentó el Dr. Aroh Barjatya, profesor de física de ingeniería en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Daytona Beach, Florida, donde dirige el Laboratorio de Instrumentación Espacial y Atmosférica.
La misión, conocida como Perturbaciones Atmosféricas alrededor de la Ruta del Eclipse o APEP, dirigida por Barjatya, tiene el objetivo de estudiar cómo la caída repentina de la luz solar afecta a nuestra atmósfera superior. Durante un eclipse solar, la luz del sol desaparece y reaparece sobre una pequeña parte del paisaje casi de inmediato. En un instante, la temperatura y la densidad ionosféricas caen, luego vuelven a subir, enviando ondas que se propagan a través de la ionosfera.
"Todas las comunicaciones por satélite pasan por la ionosfera antes de llegar a la Tierra. A medida que nos volvemos más dependientes de los activos espaciales, necesitamos comprender y modelar todas las perturbaciones en la ionosfera". declaró Barjatya.
Con este fin, Barjatya diseñó la misión APEP, eligiendo el acrónimo porque también es el nombre de la deidad serpiente de la antigua mitología egipcia, némesis de la deidad solar Ra. Se decía que Apep perseguía a Ra y de vez en cuando casi lo consumía, lo que daba lugar a los eclipses.
El equipo de APEP planea lanzar tres cohetes en sucesión: El primero 35 minutos antes del eclipse local máximo, el segundio durante el eclipse máximo y el tercero, 35 minutos después. Volarán justo fuera de la ruta de la anularidad, donde la Luna pasa directamente frente al Sol. Cada cohete desplegará cuatro pequeños instrumentos científicos que medirán cambios en los campos eléctricos y magnéticos, la densidad y la temperatura. Si tienen éxito, estas serán las primeras mediciones simultáneas tomadas desde múltiples ubicaciones en la ionosfera durante un eclipse solar.
"Los cohetes son la mejor manera de observar la dimensión vertical a las escalas espaciales más pequeñas posibles. Pueden esperar a lanzarse en el momento justo y explorar las altitudes más bajas donde los satélites no pueden volar", dijo Barjatya.
-Con información de Miles Hatfield de la NASA.
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