Hace sólo dos meses se registró un brote de malaria o paludismo al sur de los Estados Unidos, el primero en esta nación en los últimos 20 años, por lo que el Centro para el Control y Prevención de este país emitió un estado de emergencia que al mismo tiempo puso en marcha una campaña para rociar insecticidas y acabar con los mosquitos que propagan esta enfermedad.
Y es que en lo que va de 2023 se han registrado una anomalía de al menos 5 estadounidenses enfermos con la malaria, todos ellos infectados de manera local, lo que mantiene alerta a los especialistas de la nación de las barras y las estrellas.
Habla Andrea Barry, especialista en enfermedades infecciosas:
“Es un poco alarmante tener una enfermedad que eliminamos de los Estados Unidos. Aunque sean pocos casos creo que las medidas de salud pública son realmente importantes para rastrear la malaria y así realizar intervenciones para tratar de prevenir más picaduras de mosquitos, ya se disminuyendo la población de mosquitos, pidiendo a todos que usen repelente y que utilicen todas la medidas de prevención para evitar la transmisión”
Los expertos en la salud, también mencionaron que el reciente brote de malaria se debe al calentamiento global y el cambio climático, pues fenómenos como “El Niño o La Niña” pueden aumentar la transmisión de enfermedades como la malaria, el dengue, el zika y el chikungunya al alterar las temperaturas y provocar más condiciones secas debido a las olas de calor o húmedas por las lluvias torrenciales.
Por lo que de acuerdo con Tedros Adhanom, director general de Organización Mundial de la Salud, la OMS ya se prepara para un gran repunte de enfermedades transmitidas por los mosquitos a los humanos durante los próximos años.
Información para Tercer Milenio 360 Internacional.
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