De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), casi un tercio del suelo terrestre ya está degradado, y cada cinco segundos se erosiona una superficie de suelo del tamaño de un campo de fútbol. Esto significa que el suelo de nuestro mundo y su materia orgánica están muriendo, lo cual pone en riesgo la seguridad alimentaria global, ya que obtenemos gran parte de los alimentos y nutrientes de nuestra dieta diaria del suelo.
Las principales causas de la degradación y erosión del suelo se deben a la crisis climática actual, las intensas sequías, los incendios forestales incontrolables, el manejo inadecuado del suelo y la explotación de recursos naturales, así como la contaminación y el uso de sustancias químicas.
“Desafortunadamente, a nivel mundial existe una enorme crisis de degradación del suelo. El suelo está muriendo porque su materia orgánica se está agotando, la materia orgánica se refiere a la parte viva del suelo. Por lo tanto, es realmente necesario que los gobiernos promulguen políticas de suelo para proteger materia orgánica y garantizar un suelo vivo y saludable para las generaciones futuras”
-Henry Asplin, Movimiento Global "Salva el Suelo"
De acuerdo con los especialistas, la agricultura y la producción de alimentos en pleno 2023 ya no son actividades totalmente sostenibles debido a la crisis climática y a la creciente demanda de la producción de alimentos. Por lo tanto, si los habitantes de la Tierra no hacen nada por frenar el calentamiento global, el cambio climático, las prácticas contaminantes y la sobreexplotación del suelo, en un futuro cercano no se podrá cultivar ningún alimento, lo que pondrá en grave riesgo la seguridad alimentaria del mundo entero y situará a las personas en una posición verdaderamente vulnerable, desatando un escenario de vida o muerte.
Por Ilse Roldán
@ilyrockmx
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