La especie de jaguar (Panthera onca) enfrenta amenazas graves en su hábitat natural de Mesoamérica, debido a actividades humanas como incendios forestales causados por la expansión de la ganadería, ganadería ilegal que destruye hábitats, monocultivos, carreteras que fragmentan los hábitats y cacería directa debido a conflictos con los ganaderos. Estas presiones ponen en riesgo de extinción a uno de los felinos más emblemáticos de América. El corazón de la problemática está en el territorio que abarca Guatemala, Belice y Honduras, donde se encuentran áreas cruciales para la conservación del jaguar, conocidas como Unidades de Conservación de Jaguar (UCJ). Organizaciones y gobiernos están luchando por salvar los corredores ecológicos que conectan estas áreas, esenciales para la supervivencia de la especie.
Foto: Jaguar captado en la Reserva de la Biosfera Maya, en Guatemala. Foto: WCS Guatemala
Las acciones que están tomando para salvaguardar esta importante especie son:
La creación de Corredores de Conectividad: La protección de un corredor ecológico que va desde el norte de Guatemala, pasando por Belice y Honduras, hasta el sur de México es vital. Estos corredores unen las Unidades de Conservación de Jaguar (UCJ), áreas clave con poblaciones estables de jaguares o que podrían tenerlas si se elimina la presión humana sobre el territorio.
Evitar la Pérdida de Conectividad Genética: La fragmentación del hábitat del jaguar impide su capacidad para cruzar entre las diferentes poblaciones, ya que los jaguares no conocen fronteras, lo que pone en riesgo su conectividad y mezcla genética. La pérdida de conectividad podría conducir a la aislación de las poblaciones, lo que afectaría su capacidad para sobrevivir a largo plazo.
Efectos en el Ecosistema de la extinción del jaguar, como depredador tope, provocaría un efecto cascada que alteraría la estructura de los ecosistemas. Sin el jaguar, las poblaciones de presas (como ciervos y otros herbívoros) aumentaría descontroladamente, lo que podría modificar la vegetación y alterar los bosques.
Iniciativas Globales de Conservación: Desde finales de 2018, ha existido un compromiso global para salvar al jaguar. La Iniciativa del Corredor del Jaguar busca garantizar la conectividad de las poblaciones de jaguares desde México hasta Argentina, protegiendo 30 paisajes prioritarios en 16 de los 18 países de su distribución.
En Guatemala, la ganadería ilegal y los incendios forestales están poniendo en grave peligro el hábitat de los jaguares, especialmente en la Selva Maya, que alberga la Reserva de la Biosfera Maya, la mayor área natural protegida del país. Esta vasta región, que cubre una quinta parte del territorio guatemalteco y más de 2 millones de hectáreas, es fundamental para la conservación del jaguar, ya que conecta con otras áreas protegidas de la Península de Yucatán y Belice. La ganadería ilegal ha llevado a los ganaderos a invadir áreas clave de la reserva, destruyendo bosques para crear potreros. Esto ha reducido las presas naturales del jaguar, lo que ha obligado a este felino a cazar ganado, generando un conflicto directo con los ganaderos, quienes, en represalia, matan a los jaguares a pesar de ser una especie protegida. Además, los incendios forestales, muchos provocados intencionalmente para ampliar las zonas de pastoreo, están devastando grandes áreas de bosque. En 2024, la situación ha empeorado, con un aumento significativo en los incendios forestales: de diciembre de 2023 a junio de 2024, se reportaron 2,160 incendios, un número mucho mayor que los 964 incendios registrados el año anterior. Este alarmante incremento está vinculado a la expansión de las actividades agrícolas y ganaderas, que siguen siendo las principales causas de la deforestación en la región, acelerando la pérdida de hábitat para el jaguar.
En Belice y Honduras, el jaguar enfrenta amenazas significativas debido a la expansión de actividades humanas. En Belice, los monocultivos de caña de azúcar y palma aceitera están reemplazando grandes áreas de bosque natural, limitando el acceso del jaguar a sus presas y fragmentando su hábitat. Además, la construcción de carreteras está dividiendo estos territorios, lo que dificulta la movilidad del felino y aumenta la mortalidad por accidentes vehiculares. En Honduras, la ganadería ilegal es una de las principales amenazas, ya que los ganaderos invaden la selva tropical para crear potreros, lo que no solo destruye el hábitat del jaguar, sino que también reduce la disponibilidad de presas, obligando al felino a cazar ganado, lo que genera conflictos directos con los humanos.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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