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Kril: El Pequeño Titán de los Abismos Antárticos


El Kril, conocido científicamente como Euphausia superba, es un crustáceo marino de gran importancia en los ecosistemas marinos, especialmente en el océano Antártico, donde desempeña un papel crucial en la cadena alimenticia. Este diminuto organismo, cuyo tamaño varía entre 4 y 6 centímetros de longitud, se caracteriza por su cuerpo alargado, transparente y su exoesqueleto segmentado.


 Habita en las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico cerca de la Antártida.

A pesar de su tamaño pequeño, algunas especies de Kril pueden alcanzar tamaños mayores, especialmente en áreas donde las condiciones son más favorables para su crecimiento.

Una de las características más distintivas del Kril es su coloración rojiza, un rasgo que se debe a pigmentos, como la astaxantina, que le permiten absorber la luz y también lo ayudan a camuflarse en su entorno marino.

Este mecanismo de camuflaje es vital para evitar a los depredadores, ya que el Kril constituye una fuente primaria de alimento para una amplia variedad de especies marinas, incluyendo ballenas, focas, pingüinos, calamares y diversos tipos de peces depredadores. De esta manera, el Kril se encuentra en el centro de la cadena trófica del océano Antártico.

El Kril es un filtrador que se alimenta principalmente de fitoplancton, aunque su dieta también puede incluir otros tipos de zooplancton y detritos orgánicos, esta dieta lo convierte en una pieza clave para la transferencia de energía en el ecosistema marino, ya que los organismos más grandes dependen de él como fuente de alimento.

Además, el Kril tiene la capacidad de formar enormes bancos, lo que facilita su captura por depredadores. Estas concentraciones masivas, conocidas como "swarms", pueden ser vistas a gran escala en las aguas subantárticas, donde el Kril se agrupa para maximizar su eficiencia alimentaria y protegerse de los depredadores.

Al ser una especie tan fundamental, también influye directamente en la salud de los ecosistemas marinos de la región. Su abundancia regula las poblaciones de depredadores y afecta el ciclo de nutrientes en el océano. El aumento de las temperaturas en las aguas subantárticas afecta la distribución y la abundancia del Kril, ya que estos crustáceos son muy sensibles a las variaciones en el hielo marino y las condiciones del agua. El deshielo de la Antártida también puede modificar los patrones de fitoplancton, lo que altera el suministro de alimento para el Kril.

La sobrepesca del Kril, especialmente para la industria pesquera y la producción de alimentos para animales, también pone en riesgo su población. Aunque no está actualmente listado como una especie en peligro, su abundancia ha disminuido en algunas áreas debido a estas presiones.

A pesar de estos riesgos, los esfuerzos internacionales para regular la pesca del Kril y estudiar su ecología continúan, en un intento por mitigar los efectos del cambio climático y la sobreexplotación.


MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.

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