El RRS Sir David Attenborough, barco de investigación polar del Reino Unido, se topó con el iceberg más grande del mundo, el A23a, en un encuentro inesperado que permitió a los científicos recoger valiosas muestras de agua marina alrededor de este coloso de hielo. Este iceberg, con casi 4,500 kilómetros cuadrados, es aproximadamente tres veces el tamaño de la Ciudad de México o Nueva York, consolidándolo como el iceberg más grande jamás registrado.
Este gigante de hielo, conocido como A23a, se desprendió del suelo oceánico en noviembre de 2023, liberándose después de más de tres décadas varado en el Mar de Weddell. Su deriva hacia el Océano Austral ha sido seguida de cerca por el RRS Sir David Attenborough desde el 26 de noviembre.
Lindy Elkins-Tanton, científica planetaria e investigadora principal de la Misión Psyche de la NASA, señaló que este iceberg es el fragmento más grande sobreviviente de un bloque que se desprendió de la plataforma de hielo Filchner en la Antártida en 1986. Después de décadas en reposo, finalmente ha recobrado su movimiento.
A medida que el iceberg gana velocidad, los científicos predicen que será llevado por la corriente circum polar antártica hacia el Océano Austral a través del "callejón de los icebergs". Afortunadamente, se estima que no representará una amenaza para barcos o vida silvestre, ya que las corrientes turbulentas lo fragmentarán con el tiempo, convirtiéndolo en trozos inofensivos de hielo flotante.
El RRS Sir David Attenborough, en su misión científica de 10 días, aprovechó la oportunidad única para recolectar muestras de las aguas circundantes, contribuyendo así a la comprensión de cómo estos gigantes icebergs afectan los ecosistemas marinos y los ciclos globales de carbono. Este encuentro no solo destaca la majestuosidad del A23a, sino también la importancia de investigar los impactos del cambio climático en el Océano Austral.
Por: Santiago Rojas
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