El hurón de patas negras (Mustela nigripes) es un mamífero carnívoro de tamaño pequeño a mediano, que generalmente mide entre 30 y 50 cm de largo, sin contar la cola, la que puede medir entre 15 y 20 cm. Su peso varía entre 0.5 y 1.5 kg. El pelaje del hurón de patas negras es de color marrón oscuro en la parte superior del cuerpo y más claro en el abdomen, con distintiva máscara negra alrededor de los ojos, lo que le da un aspecto similar al de un bandido. Las patas, como su nombre indica, tienen un color negro, lo que lo hace fácilmente identificable.
Este animal se encuentra principalmente en las praderas y áreas abiertas de América del Norte, especialmente en los Estados Unidos, en estados como Dakota del Sur, Montana y Wyoming, y también en algunas áreas de Canadá. Prefiere hábitats como pastizales, praderas secas y zonas de sabanas donde hay mezcla de vegetación baja y terrenos abiertos.
El hurón de patas negras es un carnívoro que se alimenta principalmente de roedores, conejos y pequeños mamíferos como ardillas y topillos, aunque también puede consumir aves y huevos en menor cantidad. Su dieta juega un papel clave en el control de las poblaciones de roedores, lo que ayuda a mantener el equilibrio en su ecosistema.
En cuanto a su conservación, el hurón de patas negras ha estado en peligro debido a la pérdida de hábitat, la caza excesiva y la competencia con otras especies. Durante gran parte del siglo XX, estuvo al borde de la extinción, y fue clasificado como "en peligro crítico" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, los esfuerzos de conservación y la implementación de programas de reintroducción en sus hábitats originales han logrado estabilizar sus poblaciones en algunas áreas.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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