Esta formación, que desafía las explicaciones naturales, fue identificada como un muro construido por humanos hace más de 11.000 años. El hallazgo plantea preguntas intrigantes sobre el propósito y la construcción de esta megaestructura en un período tan remoto de la historia humana.
"Las construcciones artificiales de tamaño similar son completamente desconocidas en la región, lo que dificulta la interpretación funcional. Las culturas costeras del Mesolítico tardío y final son conocidas por el uso intensivo de los recursos marinos; la pesca con presas fijas de madera para peces fue de gran importancia", mencionaron en la investigación.
El equipo interdisciplinario liderado por el oceanólogo Jacob Geersen ha empleado tecnología avanzada y métodos de investigación innovadores para estudiar la estructura submarina.
Mediante datos hidroacústicos, muestras de sedimentos e imágenes ópticas, los investigadores pudieron reconstruir la forma y la composición del muro, así como su entorno circundante tras un largo tiempo de trabajo.
Estas investigaciones submarinas sugieren que el muro podría haber sido erigido en una zona cercana a un antiguo lago o pantano, ahora sumergidos, por antiguas comunidades de cazadores-recolectores.
Los investigadores especulan que el muro podría haber sido utilizado como un cerco para la caza de grandes animales, como el reno euroasiático, que habitaba la zona hace milenios.
Esta hipótesis sugiere una organización social y una habilidad técnica significativas por parte de las comunidades prehistóricas, que fueron capaces de construir y mantener una estructura tan monumental en un entorno marino cambiante y desconocido actualmente.
Los investigadores dudan que la totalidad del muro haya sido creada por la mano humana, ya que algunas piedras superan fácilmente los 100 kilogramos, habiendo únicamente 1385 piedras que pesan menos del número mencionado en sus 970 metros de largo.
El equipo de investigación también destacó la singularidad del muro en comparación con otras estructuras similares encontradas en diferentes partes del mundo.
Aunque se han descubierto estructuras de caza prehistóricas en el fondo de lagos y mares, el muro del mar Báltico se destaca por su tamaño.
El descubrimiento del muro en el fondo del mar Báltico plantea numerosas preguntas y desafíos para la arqueología y la investigación histórica. A medida que los expertos continúan analizando los datos y realizando nuevas expediciones submarinas, se espera que se obtenga más información sobre la antigua vida en la región y el significado de esta estructura monumental.
Además, el hallazgo del muro del mar Báltico destaca la importancia de preservar y proteger el patrimonio arqueológico submarino, que puede proporcionar valiosos conocimientos sobre la historia de la humanidad y su relación con el medio ambiente.
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