Los erizos de mar, cuyo nombre científico varía según la especie, como Strongylocentrotus y Diadema, son animales que habitan en los fondos marinos, caracterizados por su forma esférica o ligeramente alargada, que poseen esqueleto interno rígido, generalmente calcáreo cubiertos por espinas que les proporcionan protección contra depredadores.
Su tamaño varía según la especie, con algunas alcanzando hasta 30 cm de diámetro, mientras que otras son mucho más pequeñas. Estas criaturas habitan en fondos rocosos, praderas marinas y bosques de algas, desde las costas hasta profundidades moderadas. Se encuentran en océanos de todo el mundo, desde las aguas frías del Ártico hasta las zonas tropicales.
Erizo de Mar Morado Strongylocentrotus purpuratus
Los erizos de mar tienen una dieta herbívora y se alimentan principalmente de algas marinas, especialmente las algas grandes como las kelp. Utilizan su aparato bucal especializado, denominado "linterna de Aristóteles", que consiste en un conjunto de cinco dientes en forma de pico que les permite raspar y consumir la materia vegetal adherida a rocas y otros sustratos en el fondo marino. Este proceso de alimentación no solo les proporciona nutrientes, sino que también juega un papel fundamental en la regulación de las poblaciones de algas.
A pesar de su adaptación y habilidad para defenderse de los depredadores mediante sus espinas, los erizos de mar son presas de diversas especies marinas. Entre sus depredadores se incluyen peces, estrellas de mar, aves y mamíferos marinos. Las estrellas de mar son depredadores de los erizos, y su depredación ayuda a controlar las poblaciones de erizos en muchas áreas. Sin embargo, en regiones donde las poblaciones de estrellas de mar han disminuido debido a enfermedades o la intervención humana, los erizos de mar pueden proliferar excesivamente, llevando a una disminución de la vegetación de algas y afectando el equilibrio ecológico.
Erizo rojo Strongylocentrotus franciscanus
La función ecológica de los erizos de mar es crucial en el mantenimiento de los ecosistemas marinos costeros. Su herbivorismo contribuye a evitar la sobrecrecimiento de algas, lo que, a su vez, permite que otras especies marinas puedan prosperar. Sin embargo, debido a la pérdida de hábitats naturales, la sobreexplotación y el cambio climático, algunas especies de erizos de mar están clasificadas como vulnerables.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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