El pez abisal (Chiasmodon niger) conocido como engullidor negro, es un depredador formidable en las profundidades abisales. Posee mandíbula larga y dientes afilados que le permiten atrapar presas más grandes que él mismo, a pesar de su tamaño relativamente pequeño, es un cazador voraz en el mundo oscuro y frío de las profundidades marinas.
Es un pez abisal que habita las profundidades de los océanos. Este pez pertenece a la familia Opisthoproctidae y es conocido por su hábitat en aguas profundas, donde se encuentra a profundidades de entre 200 y 2,000 metros, principalmente en la zona abisal.
Su cuerpo es relativamente pequeño, ya que solo mide entre 15 y 25 cm de largo, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar hasta 30 cm. A pesar de su tamaño, es un depredador eficiente en su entorno oscuro y frío.
El engullidor negro posee morfología característica adaptada a las condiciones de su hábitat. Su cuerpo es alargado, con cabeza grande y prominente, y mandíbula inferior extendida que le otorga apariencia peculiar.
Su mandíbula es especialmente notable debido a su tamaño desproporcionado en relación con el resto del cuerpo, además está equipada con dientes afilados. Además, tiene ojos relativamente grandes, lo que le permite maximizar la capacidad de visión en condiciones de escasa luz, una adaptación útil en su entorno abisal.
El Chiasmodon niger es un depredador carnívoro, se alimenta principalmente de peces pequeños y otros organismos marinos que habitan las profundidades. Su dieta está compuesta por especies que sobreviven en las capas más oscuras del océano, como crustáceos y otros peces abisales.
Este pez abisal se encuentra en diversas áreas del océano, particularmente en las aguas profundas del océano Atlántico, Pacífico e Índico. Es común en las zonas de las cuencas oceánicas donde la profundidad alcanza varios cientos de metros, lo que lo coloca fuera del alcance de la mayoría de los pescadores y observadores marinos.
En su hábitat natural, el engullidor negro tiene pocos depredadores debido a las condiciones extremas en las que vive. Sin embargo, es probable que sea consumido por animales más grandes, como algunos tiburones de aguas profundas o especies de peces más grandes. Su papel en el ecosistema es importante, ya que actúa como controlador de las poblaciones de presas más pequeñas en las profundidades marinas, ayudando a mantener el equilibrio ecológico en su entorno.
Actualmente, no existen datos precisos sobre el estado de conservación del Chiasmodon niger, aunque debido a su hábitat profundo, es poco probable que esté directamente amenazado por actividades humanas, como la pesca comercial. Sin embargo, la falta de información sobre su biología y comportamiento, así como la limitada investigación en su entorno natural, hace difícil evaluar con certeza su estado de conservación.
En resumen, el engullidor negro es un pez abisal altamente especializado, adaptado a la vida en las oscuras y frías profundidades del océano. Su capacidad para capturar presas más grandes que él mismo y su ecología adaptada a un entorno extremo lo convierten en un ejemplo fascinante de la biodiversidad marina en las zonas más remotas del planeta.
Dentro de los peces abisales, el engullidor negro es uno de los depredadores más letales de todos.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
Commentaires