Según una investigación de la organización Human Rights Watch, la enorme producción de combustibles fósiles por parte de los países que son grandes productores de petróleo a nivel global esconde un secreto verdaderamente sucio que está dañando a todo el mundo. La adicción al uso de energías fósiles está causando graves daños a la salud y calentando el planeta debido al aire contaminado y tóxico que emiten el petróleo, el gas y el carbón.
Las autoridades de la salud han advertido que más de 10 millones de personas mueren en tan solo un año debido a la contaminación del aire. Esta situación produce enfermedades respiratorias, cardíacas, crónicas, entre otras, poniendo en riesgo la vida de millones de habitantes del mundo.
“Países como los Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y el Reino Unido están aumentando su producción e inversiones en las energías sucias. Esta adicción, calienta el planeta y mata a millones de personas, es necesario que todos sepan lo que está sucediendo y cómo afecta esto a la salud global”
-Richard Pearshouse, Director de Medio Ambiente de Human Rights Watch
Ante esta situación, y como anfitriones de la actual cumbre climática, la COP28, los expertos han declarado que se debe exigir a los Emiratos Árabes Unidos que comiencen a apostar por las energías limpias para ayudar a frenar el calentamiento global. Se ha hecho un llamado para realizar muchas más denuncias públicas sobre la mala y tóxica calidad del aire en este país de Medio Oriente. Esto pondría en jaque al gobierno árabe, que durante años también ha atacado a los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente.
Es un hecho que la relación entre la contaminación y la salud humana no puede esconderse más y se ha convertido en un tema de interés global. Sin abordar este problema, no podrán generarse acuerdos y avances para frenar la crisis climática y la ebullición global que se viven hoy en día.
Por Ilse Roldán
@ilyrockmx
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