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El Quetzal Orejón: Otra ave en peligro de extinción

Trogon Orejón (Euptilotis neoxenus): El nombre se debe a que esta especie tiene estructuras parecidas a "orejas" en los costados de la cabeza, siendo una de las características que la hacen única.

Esta increíble ave es endémica de la Sierra Madre Occidental, habitando desde México hasta el sur de los Estados Unidos. Además, se trata del único quetzal que puede vivir en climas fríos. Otra característica notable de esta especie es su migración de larga distancia.

Presenta un marcado dimorfismo sexual, con plumas suaves que en ocasiones son coloridas. Su tamaño varía entre 33 y 36 cm de longitud. Una característica distintiva es la gran mancha blanca con borde negro en la parte baja de la cola, mientras que la parte superior de la cola es de un color verde metálico y la inferior de un rojo anaranjado.


Tanto machos como hembras presentan un mechón de plumas laxas en la región auricular, lo que les confiere un aspecto único. Ambos sexos tienen el pico de color gris-negro, lo que los distingue de otras especies. El macho exhibe un plumaje verde metálico en el dorso y el pecho, con la cabeza y la garganta de color negro y reflejos iridiscentes verdes. Algunas plumas azules decoran la rabadilla, mientras que la parte dorsal de la cola es de un azul metálico oscuro con puntas blancas en las plumas externas. El plumaje del vientre y las plumas cobertoras inferiores de la cola son de color rojo vibrante. La hembra, aunque similar al macho, tiene el pecho y la cabeza de un gris oscuro.


La especie se distribuye en varias regiones de México, principalmente en el Sistema Volcánico Transversal y la Sierra Madre Occidental. En ocasiones, también se ha observado en el suroeste de Arizona, Estados Unidos, donde se ha registrado la anidación. Su hábitat se extiende al sureste de Arizona, suroeste de Nuevo México y norte de Sonora. En México, se ha encontrado en los estados de Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco y Michoacán.


Esta increíble ave es endémica de la Sierra Madre Occidental, habitando desde México hasta el sur de los Estados Unidos. Además, se trata del único quetzal que puede vivir en climas fríos. Otra característica notable de esta especie es su migración de larga distancia.

Presenta un marcado dimorfismo sexual, con plumas suaves que en ocasiones son coloridas. Su tamaño varía entre 33 y 36 cm de longitud. Una característica distintiva es la gran mancha blanca con borde negro en la parte baja de la cola, mientras que la parte superior de la cola es de un color verde metálico y la inferior de un rojo anaranjado.

Tanto machos como hembras presentan un mechón de plumas laxas en la región auricular, lo que les confiere un aspecto único. Ambos sexos tienen el pico de color gris-negro, lo que los distingue de otras especies. El macho exhibe un plumaje verde metálico en el dorso y el pecho, con la cabeza y la garganta de color negro y reflejos iridiscentes verdes. Algunas plumas azules decoran la rabadilla, mientras que la parte dorsal de la cola es de un azul metálico oscuro con puntas blancas en las plumas externas. El plumaje del vientre y las cobertoras inferiores de la cola son de un rojo vibrante. La hembra, aunque similar al macho, tiene el pecho y la cabeza de un gris oscuro.

La especie se distribuye en varias regiones de México, principalmente en el Sistema Volcánico Transversal y la Sierra Madre Occidental. En ocasiones, también se ha observado en el suroeste de Arizona, Estados Unidos, donde se ha registrado la anidación. Su hábitat se extiende al sureste de Arizona, suroeste de Nuevo México y norte de Sonora. En México, se ha encontrado en los estados de Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco y Michoacán.


Esta especie habita en bosques templados mixtos de pino-encino, a elevaciones que oscilan entre los 1900 y 3000 metros sobre el nivel del mar. Prefiere notablemente los cañones, cañadas y hábitats riparios en las sierras.

Históricamente, esta especie ha sido considerada rara y esquiva en las montañas mexicanas. Sin embargo, en 1977 sorprendió a los observadores de aves al ser vista al norte de la frontera de México, en las montañas Chiricahua de Arizona, donde se encontraron grupos familiares y se registraron nidos. Aunque es un pariente lejano del trogón elegante, está más estrechamente relacionada evolutivamente con los quetzales de los trópicos profundos.

Su relevancia radica en su distribución aparentemente limitada a nivel global, siendo endémica o casi endémica, y en su estatus como la única especie de su género. Su vistoso plumaje, conducta elusiva y tímida, y su dependencia de hábitats húmedos en bosques de coníferas en cañadas, junto con su estado de amenaza, la convierten en una especie prioritaria para la conservación. Además, podría servir como un valioso indicador de la salud de los hábitats ripiaros donde es más abundante y se reproduce. Es crucial realizar estudios detallados sobre sus requerimientos de anidación, uso del hábitat y desempeño reproductivo para manejar adecuadamente los hábitats donde vive y asegurar su conservación a largo plazo.

La dieta de esta especie se compone principalmente de insectos y frutas, aunque no se conoce en detalle. Consume una amplia variedad de insectos, especialmente los de gran tamaño, como cigarras y orugas grandes. También se alimenta de numerosas frutas pequeñas y bayas, como las del madroño, especialmente a finales del verano y en otoño.

Cuando se acerca el inclemente invierno, el Quetzal Orejón bate sus alas hacia zonas menos frías. No se sabe en qué lugar pasan el invierno, ya que simplemente desaparecen durante los meses fríos.

El Quetzal Orejón enfrenta múltiples amenazas, principalmente la deforestación, los incendios forestales, y la degradación de su hábitat debido a la expansión agrícola, la ganadería y la explotación forestal. Estos factores fragmentan su población y dificultan su reproducción, sumado a la caza ilegal y el cambio climático. En México, está clasificado como una especie amenazada por la NOM-059-SEMARNAT-2010, aunque la UICN lo considera de riesgo bajo en su lista de 2019.


MVZ ESPECIALISTA: Elsa Diéguez B.

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