En las remotas Islas Flannan, Escocia, ocurrió uno de los misterios más intrigantes del siglo XX. Estas islas, deshabitadas y envueltas en leyendas de brujas y kelpies, fueron el escenario de la desaparición de tres cuidadores de faro en diciembre de 1900.
Donald MacArthur, Thomas Marshall y James Ducat llegaron al faro de Eilean Mor el 7 de diciembre para iniciar su turno de dos semanas. El faro, construido solo un año antes, era vigilado desde tierra firme. Sin embargo, el 15 de diciembre, un barco que navegaba cerca notó que la luz del faro no brillaba, lo que generó preocupación. Debido al mal clima, no se pudo enviar un equipo de relevo hasta el 21 de diciembre.
Cuando el SS Hesperus finalmente llegó a la isla, la tripulación notó algo extraño: no había señales de los cuidadores. Joseph Moore, uno de los tripulantes, desembarcó para investigar. Encontró la puerta del faro cerrada, el reloj detenido y comida intacta sobre la mesa, pero no había rastro de los hombres.
La investigación reveló que una fuerte tormenta había azotado la isla el 14 de diciembre, y la última entrada en la bitácora del faro, registrada el día 15, decía: "La tormenta terminó, el mar está en calma. Dios está por encima de todo". La teoría principal fue que los cuidadores, al salir a reparar los daños causados por la tormenta, fueron arrastrados por una ola gigante. Sin embargo, nunca se encontraron los cuerpos.
A lo largo de los años, han surgido teorías que van desde la deserción, hasta una violenta pelea entre ellos, o incluso la intervención de un monstruo marino. Aunque la versión oficial sostiene que fue un accidente causado por el clima, el misterio del faro de las Islas Flannan sigue sin resolverse.
Este caso sigue alimentando la imaginación, inspirando películas, libros y teorías conspirativas. La desolación y el entorno místico de las islas convierten esta historia en una leyenda que perdura a través del tiempo.
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