En las últimas semanas hemos escuchado la palabra “Diatomea” repetidamente debido a que es el elemento presente en la tierra que ha ayudado a preservar los cuerpos encontrados en Palpa, cerca de Nazca, Perú; pero ¿Qué son las diatomeas? Este es un elemento bastante conocido por biólogos, químicos, agricultores, horticultores, jardineros e incluso, entusiastas de las plantas.
Las diatomeas (Diatomeae) son un grupo diverso de algas unicelulares que formaban el fitoplancton marino de hace miles de años, no sólo estaban presentes en los mares, sino también en el agua dulce. Cada cuerpo celular está recubierto por un exoesqueleto de sílice, llamado frústula, formado por dos piezas, llamadas tecas, que se acoplan la una en la otra como la tapadera en una caja. Y cuando el alga muere, su frústula se deposita en el sedimento.
Se conocen unas 20.000 especies vivas en la actualidad. Son parte importante de la cadena alimentaria marina. Aunque son algas unicelulares, pueden encontrarse formando colonias en filamentos o cintas y estructuras en zig-zag. Estos organismos son usados con frecuencia para estudiar las condiciones ambientales, el cambio climático o evaluar la calidad de las aguas. Los hallazgos fósiles indican que las diatomeas tienen su origen durante o después del Jurásico.
Pero dejemos algo claro, los cuerpos fueron encontrados y se conservan en Diatomita, que no es lo mismo que las diatomeas.
La diatomita es una roca silícica, sedimentaria de origen biogénico, compuesta por esqueletos fosilizados de las frústulas de las diatomeas. Entre sus propiedades se encuentran ser de muy baja densidad, una muy alta capacidad para absorber líquidos, conductividad térmica muy baja, una capacidad abrasiva suave, una alta resistencia a la temperatura, su punto de fusión es entre 1, 400° a 1,750°C., dureza (7/9) y es químicamente inerte. Estas propiedades hacen que la diatomita sea utilizada en aislantes, decolorantes, filtrantes, absorbentes y astringentes e insecticidas.
Es importante saber que la diatomita debe manejarse con precaución ya que no se trata de una sustancia inocua para el ser humano. La inhalación de partículas de tierra de diatomeas se puede acumular en bronquios, alveolos pulmonares, tejidos hepáticos y nódulos linfáticos, y no siempre se eliminan del cuerpo.
Quizás uno de los usos más sorprendentes y extraordinarios es que la diatomita es el que se le da como agente de fármacos anticancerígenos. Como ya se mencionó, las diatomeas son un tipo de alga que produce una capa de sílice llamada biosílice. Este se puede utilizar para administrar fármacos anticancerosos a las células cancerosas.
En un estudio, los investigadores modificaron genéticamente diatomeas para que expresaran una proteína que se une a los anticuerpos que luego podrían utilizarse para administrar fármacos a células cancerosas específicas. Demostraron que este enfoque podría utilizarse para administrar los fármacos anticancerosos camptotecina y 7-etil-10-hidroxi-camptotecina, poco solubles en agua, a células de neuroblastoma y linfoma de Burkitt HR1K.
En otro estudio, los investigadores modificaron químicamente la superficie de diatomeas Amphora subtropica con quitosano. Este constructo puede utilizarse para encapsular el fármaco quimioterapéutico doxorubicina en los compartimentos porosos de las diatomeas. Estos mostraron una alta carga de fármaco, una fuerte luminiscencia, biodegradabilidad y biocompatibilidad, así como una liberación sostenida del fármaco y una menor toxicidad en comparación con la doxorubicina libre.
Estos estudios demuestran que la biosílice de diatomeas es un material prometedor para la administración de fármacos anticancerosos pues esta es biocompatible, biodegradable y puede modificarse para administrar fármacos a células cancerosas específicas.
Ahora ya lo saben, las diatomeas, además de preservar tejidos biológicos, nos indican la calidad del agua, ayudan al cultivo y hasta nos pueden salvar las vida.
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