El daisugi es una técnica japonesa que consiste en la poda de árboles sugi, de la familia de los coníferos. Consiste en hacer crecer árboles adicionales a partir de uno existente mediante un control y una poda cuidadosos.
La poda de estos árboles no genera la destrucción, sino el establecimiento de árboles bonsáis gigantes, permitiendo que crezcan y broten mientras se usa su madera, sin cortarlos nunca.
Se podan cuidadosamente a mano cada 2-4 años. Así, la madera resultante es uniforme, recta y sin nudos, lo que la hace óptima para la construcción. Es apreciada por su alta calidad y por su resistencia a la descomposición y a las plagas. De esta manera, la técnica daisugi facilita la producción de madera para las generaciones futuras sin dañar el medio ambiente, siendo una forma sostenible de cosecharla.
Actualmente, no se aplica con tanta frecuencia porque es una técnica poco eficiente, pues es necesario esperar hasta 20 años para obtener resultados.
Sin embargo, la madera de cedro obtenida a partir de este método, hoy día, sirve para hacer muebles, objetos de artesanía y suelos. Además, este método es utilizado en los jardines ornamentales por su belleza estética.
Por Ilse Roldán
@ilyrockmx
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