En octubre del año 1987, en Pedro Meoqui, Chihuahua, un grupo de niños aseguró haber jugado con los llamados "monitos", unos pequeños seres de color blanco, ojos rojos y no más de 20 centímetros que salieron de debajo de la Tierra.
Los niños aseguraron que convivieron con estos "monitos" durante varios días hasta que uno de los infantes conocido como "Willy" arrojó agua a uno de los supuestos humanoides y éste en respuesta le tocó el brazo, produciéndole una extraña lesión entre una quemadura y rasguño, obligando a Willy a pedir auxilio.
La primera en llegar a socorrer a los infantes, de acuerdo con un reportaje realizado por el diario de Chihuahua, fue Daneyra Lira Robles, quien llevó al niño a la Cruz Roja en donde lo atendió el socorrista Francisco Valenzuela.
El socorrista preguntó a Willy qué le había sucedido, pero este niño no salía de su versión en la que lo había herido uno de los “monitos” con los que estaba jugando. Como los demás infantes estaban también en el hospital para saber de la salud de su amigo, el paramédico puso a los infantes a dibujar al o los supuestos seres que habían herido al pequeño.
Peguntando en solitario a cada uno de los niños, todos daban la misma versión que Willy, lo que ayudaba a los adultos a creer que esta historia era verídica. El grupo de niños detalló que los pequeños humanoides hablaban en español, pero con una voz muy extraña, también que sus pies tenían pliegues como los de ranas y que en el pecho tenían un "dispositivo" que se iluminaba.
La noticia corrió veloz, la gente comenzó ir a la casa donde ocurrieron los hechos, incluso los boletos de autobuses rumbo a la ciudad de Meoqui se agotaron y la prensa nacional llegó a Pedro Meoqui, Chihuahua para documentar el hecho y encontrar respuestas. Sin embargo, los "monitos" no volvieron a aparecer.
Hoy en día, la aparición de "los monitos de Meoqui" continúa siendo un misterio, pero su descripción física no es ajena a los nuevos descubrimientos sobre las momias de Nasca. ¿Podrían ser la misma especie o relacionarse de algún modo?. El mundo podría estar muy cerca de ser testigo de este hecho.
Por Ilse Roldán
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