Los cicádidos, pertenecientes a la familia Cicadidae, son conocidas por ser un grupo de insectos que produce el sonido más fuerte en relación con su tamaño, incluye a las cigarras, chicharras chiquilichis, cocoras cogollos, y otros. Las cigarras machos emiten un canto extremadamente fuerte que puede alcanzar los 80 a 120 decibelios, un volumen comparable al de un avión despegando.
Este sonido es producido por una membrana quitinosa especial denominada timbal y de sacos con aire que funcionan como cajas de resonancia, que está ubicada en el abdomen de los machos. Los timbales se vibran rápidamente, produciendo un sonido tan fuerte que puede ser escuchado a grandes distancias, llamado “ estridulaciones”.
La principal función de este canto es atraer a las hembras para la reproducción, y las cigarras también utilizan el sonido para establecer su territorio.
Las cigarras se encuentran en múltiples regiones del mundo, pero son especialmente comunes en áreas tropicales y subtropicales. En América del Norte, la especie Cicada septemdecim es famosa por su ciclo de vida de 17 años como ninfa subterránea, después de lo cual emerge para reproducirse. Las ninfas de cigarras pasan la mayor parte de su vida bajo tierra, alimentándose de la savia de las raíces de los árboles, mientras que los adultos se alimentan de la savia de las ramas y troncos de los árboles. Los machos emiten su característico canto durante el período de reproducción, que generalmente dura unas pocas semanas, y luego mueren.
Las cigarras tienen un depredador específico: la avispa asesina de cigarras, además de insectos y especialmente aves insectívoras, son conocidos por alimentarse de ellas durante la breve fase adulta de su vida.
Además, las cigarras enfrentan amenazas de parásitos como los hongos, que pueden debilitar sus poblaciones. Los hongos del género Massospora son particularmente dañinos, ya que infectan a las cigarras y las matan de consumiéndolas desde el interior, el hongo secuestra las señales sexuales de las cigarras, convirtiéndolas en zombis y obligándolas a comportarse de forma que propaguen el hongo, al afectar el comportamiento de los insectos infectados.
Cigarra con esporas en el abdomen
En cuanto a su conservación, las cigarras no están generalmente en peligro. De hecho, muchas especies de cigarras tienen poblaciones estables, y su ciclo de vida tan único y largo las hace muy resistentes a las fluctuaciones estacionales. Sin embargo, algunas especies locales pueden verse afectadas por la urbanización y la pérdida de hábitat debido a la deforestación, lo que podría afectar a sus poblaciones si no se toman medidas de conservación.
A pesar de estos riesgos, las cigarras siguen siendo una de las especies más fascinantes del reino insectil, y su capacidad para producir sonidos tan intensos y su extraordinario ciclo de vida las convierten en un tema de estudio muy interesante para biólogos y naturalistas.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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