Las ballenas jorobadas cada vez nos sorprenden más.
A pesar de los intensos estudios hacia las ballenas, estos animales siguen sorprendiendo a los biólogos por su comportamiento y su ecología. Es sabido que estos animales tienen patrones migratorios directamente relacionados con sus ciclos vitales, como son su alimentación y su reproducción.
Durante el verano las ballenas viajan hacía las aguas polares, en donde encuentran alimento suficiente para generar reservas energéticas para todo el año. Con la llegada del otoño las ballenas migran a aguas más calientes en las regiones tropicales. Estas aguas más cálidas le dan a las ballenas las condiciones perfectas para empezar sus rituales de apareamiento y gestación.
Sin embargo, dentro de este proceso de migración y apareamiento existe un aspecto que le
ha llamado la atención no solo a los biólogos, sino que a todos en general; el comportamiento sexual de las ballenas jorobadas. Muy pocas veces ha podido ser documentado este suceso y nunca realmente se ha observado la penetración.
Un estudio en la revista Marine Mammal ha demostrado que la primera observación de copulación entre ballenas jorobadas se dio entre machos. Un fenómeno nunca antes visto dentro de la comunidad científica. Este hecho fue marcado gracias a dos científicos: Lyle Krannichfeld y Brandi Romano, que lograron fotografiarlo mientras se encontraban navegando por las costas de Maui.
Gracias a la tecnología, a personas entusiastas y a los científicos, el estudio de las criaturas marinas ha sido cada vez más preciso, en especial los avistamientos de las ballenas jorobadas. Además, los estudios longitudinales han permitido un acercamiento más preciso a esta especie. Por ejemplo, la Pacific Whale Foundation ha estado estudiando al mismo grupo de ballenas desde 1980, lo que permite que ya las tengan catalogadas.
En este caso ambas ballenas ya estaban registradas en el catálogo de la fundación y es por eso que fue más sencillo poder catalogarlas como machos y observar su comportamiento sexual, que duró menos de dos minutos en cada sesión. Esto aporta información valiosa sobre el comportamiento social y reproductivo de la especie.
Este comportamiento no es exclusivo de las ballenas jorobadas y hay varias hipótesis acerca de estas acciones. Que van desde el establecimiento o mantenimiento de vínculos sociales, la reducción de tensiones hasta la afirmación de dominancia.
Ahora bien, este estudio de machos da pie a nuevas preguntas dentro la comunidad científica y añade a las ballenas dentro del grupo de casos documentados de sexo no reproductivo.
Por Rebeca Téllez
@becky.tellez
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