El antílope negro mexicano es una especie única y emblemática de México, que juega un papel vital en los ecosistemas áridos y semiáridos del país. Esta especie es nativa de América del Norte y se destaca por su velocidad y resistencia; su conservación es crucial para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas naturales.
El antílope negro o el berrendo mexicano tiene un tamaño de 70-100 cm de altura a la cruz, una longitud de 130-170 cm y un peso que varía entre 30 y 60 kg. Su apariencia cambia con las estaciones, presentando un pelaje marrón rojizo en verano y blanco en invierno. Los machos poseen cuernos bifurcados que se caen anualmente y glándulas preorbitales que liberan un aroma almizclado. Sus patas largas y delgadas están adaptadas para la carrera, alcanzando velocidades de hasta 88 km/h, lo que lo convierte en uno de los mamíferos terrestres más rápidos de América del Norte.
El antílope negro mexicano es herbívoro y se alimenta de una gran variedad de pastos, hierbas, hojas y brotes. Viven en manadas de hembras y crías, mientras que los machos adultos suelen ser solitarios. Son animales muy veloces y ágiles, capaces de realizar saltos impresionantes. Tienen una excelente visión y audición, lo que les ayuda a detectar depredadores.
Su presencia influye en la dinámica de las comunidades vegetales al actuar como un agente de dispersión de semillas a través de sus heces y al ejercer presión sobre la vegetación a través del pastoreo selectivo. Además, contribuye al funcionamiento de los ecosistemas al ser parte de la red trófica y desempeñar un papel en la regulación de poblaciones de plantas y otros herbívoros. Es presa de depredadores como coyotes, lobos y pumas, y su presencia indica la salud de los pastizales y ecosistemas abiertos.
El antílope negro mexicano habita en pastizales, matorrales, zonas semiáridas y desérticas. Históricamente, se distribuía en el norte de México y el sur de Estados Unidos. Actualmente, su distribución está fragmentada en poblaciones aisladas en los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Sonora y Zacatecas.
Presenta adaptaciones únicas como glándulas preorbitales que liberan un aroma almizclado para marcar territorio y atraer parejas, un pelaje blanco en invierno que proporciona camuflaje en la nieve, patas largas y delgadas que permiten correr a gran velocidad, y cuernos bifurcados en machos que sirven para la defensa y la exhibición.
El berrendo mexicano está clasificado como Casi Amenazado (NT) según la Lista Roja de la UICN. Entre sus principales amenazas se encuentran la pérdida y fragmentación del hábitat debido a la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano, la cacería furtiva, la competencia con el ganado por recursos alimenticios y las enfermedades transmitidas por el ganado.
MVZ ESP. Elsa Diéguez B.
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